El teleco dicharachero

viernes, agosto 26, 2005

Peregrinatio

El último post de Kirai, será probablemente el último desde Japón. Gracias al blog de Héctor nos enteramos Rebeca y yo de la existencia de las becas Vulcanus. El día que descubrí su blog me pase toda la noche leyendo los artículos antiguos, disfrutando de sus relatos en el CERN y posteriormente me enganche a sus peripecias en japón. Desde aquí agradecerle que su dedicación al blog y felicitarle por sus merecidos éxitos.
En noviembre decidimos solicitar la beca con mucha curiosidad y conscientes de la dificultad. Tardamos más de un mes en conseguir la documentación, esperando por ejemplo 10 días a que nos firmasen un simple papel, semanas para poder obtener las acreditaciones requeridas en inglés, ya que lamentablemente en nuestra universidad, la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), no se emite ninguna certificación en inglés. Lo curioso es que nuestra titulación, Ingeniería de Telecomunicación está incluida en el catálogo ECTS (European Credit Transfer System),

el Sistema Europeo de Transferencia de Créditos que pretende conseguir una equiparación de los estudios realizados en el extranjero, de tal forma que se facilita la movilidad entre los diferentes países.

Así que la información relativa a la titulación está traducida al inglés, con algunos errores, como al entrar en la página principal http://ects.umh.es, encontrar la palabra sistem en lugar de system que duele a la vista.
Al cabo de unas semanas a través de la Oficina de Relaciones Internacionales (ORI), nos dieron una traducción del expediente académico que era penosa, con palabras inexistentes y errores tipográficos en casí todos los párrafos. Por suerte, nosotros habíamos preparado una traducción basada en el ECTS y con el formato adecuado y el último día trás toda una mañana de un despacho a otro aceptaron sellarnos esa documentación.

El resultado fue que nos preseleccionaron a los dos, y a Rebeca le concedieron finalmente la beca.
Tardar un mes en conseguir algo que otras personas pueden conseguir en un día, es una forma de aumentar la capacidad agonística (término de origen latino que significa ciencia de los combates), y por alguna razón mi vida es una sucesión de retos a mi capacidad agonística. Por ejemplo, el año pasado con Javier y Rebeca presenté un plan de empresa para los premios de la Fundación Universidad-Empresa Fundeun de Alicante, y nos quedamos como finalistas. Seguimos trabajando durante el verano y presentamos el proyecto a los premios del Servef, y obtuvimos un buen reconocimiento. Este año volvimos a trabajar en otra idea empresarial y con el proyecto e-LIGE nos presentamos a Fundeun, y en esta segunda ocasión ganamos el premio al mejor proyecto innovador.

Así que en algunos momentos un aparente revés, es el mejor de los aprendizajes posibles, ya que se convierte en una motivación para mejorar, como Dante Alighieri en la Divina Comedia en una continua superación de pruebas.
Siempre he confiado en la persistencia como forma de conseguir buenos resultados y la realización personal, supongo que Héctor ha tenido esa sensación de satisfacción con lo que ha logrado. Así que leer la bitacora de alguien que no conoces en el mundo real, puede convertirse en una variable en los planes futuros. Ahora que Héctor vuelve a España, es posible que nos podamos ver en Alicante, aunque creo que ninguno de los dos estaremos mucho tiempo por esas tierras.

Cuando los Vulcanus de este año estén en Bruselas, preparandose para viajar a Japón yo estaré en un autobús llegando a Estambul. Voy a pasar allí una semana con Ahmet que ha sido mi compañero de cuarto en Macedonia. En esos primeros días de Rebeca en Japón yo también estaré en Asia, nos separará todo un continente pero nos seguiremos sintiendo unidos. El guiño del destino es que con todos los estudiantes con los que podía haber compartido el alojamiento, entre todos los que han venido a Macedonia con IAESTE el primer día me pusieron con Ahmet, y él vive en Estambul. Una ciudad entre dos continentes, de forma alegórica yo estaré también entre Europa y Asia. Cuando cruce el estrecho del Bósforo por última vez y vuelva a Alicante una parte de mi seguirá al otro lado, emprenderá un largo viaje hacia Japón y estará allí durante un año, acompañando a Rebeca. Aunque espero que el resto de mí también se pueda unir a ella lo antes posible ;).

Tenía varios artículos que enviar, pero esta noche me apetecía escribir esto. Mañana más y mejor.