Disfrutando Roma

Después de bastante tiempo retomo las crónicas del viaje a Roma, los episodios anteriores por sí alguien se incorpora al relato: Rumbo a Roma, Llegada a Roma, Descubriendo Roma.

El viernes 8 de abril, Rebeca, mi hermana Cristina y yo nos levantamos un poco más tarde que el resto de los habitantes de la casa (léase imitando a Mercedes Milà), ya que teníamos planeadas visitas diferentes, nuestro reto del día era acercarnos a la Via de la Conciliazione.
El resto del grupo quedó, como iba siendo tradicional, en Santa Maria la Maggiore y este es el aspecto que tenía la plaza de buena mañana.

Santa Maria la Maggiore

A diferencia del día anterior que había sido muy soleado, empezaba a hacer frio y amenazaba lluvia. Ese día era el funeral del Papa Juan Pablo II, así que en muchas iglesias de Roma había grandes pantallas para seguir en directo el acontecimiento.
Nosotros fuimos en autobús desde San Giovanni hasta Piazza Venezia y desde allí emprendimos marcha a pie hacia la Fontana di Trevi, llegamos en unos 10 minutos siguiendo la Via del Corso.

Lanzamiento de moneda en la Fontana di Trevi

Siguiendo la tradición lanzamos una moneda, la recomendación es hacer un lanzamiento con la mano derecha por el hombro izquierdo. Aunque en realidad yo creo que Fortuna caeca est, por allí apareció una señora que se dedicaba a recoger las monedas del agua, con un artilugio ciertamente ingenioso y que anulaba cualquier esfuerzo por hacer de aquello un hecho místico.

Tras las fotos de rigor, iniciamos la marcha hacia el Vaticano, pasamos por la Piazza Colonna, luego vimos la Piazza del Parlamento y en unos 20 minutos llegamos a la Piazza Navona. En este recorrido las calles estaban abarrotadas, llenas de gente fluyendo hacia el Vaticano. Desde la Piazza Navona nos dirigimos al puente Sant'Angelo, allí ya era dificil avanzar. En el puente había mucha gente con radios siguiendo el sepelio, había helicopteros sobrevolando la zona y un ambiente cargado de emotividad.
Pudimos avanzar hasta la entrada a la Via de la Conciliazione.

Via Conciliazione

Se pueden ver los equipos de emisión de televisión, una pantalla gigante desde donde se podía seguir la ceremonia y la cantidad de gente que colapsaba la zona.

Al concluir el funeral, emprendimos una marcha hacia el puente Amedeo Savoia Aosta que da a una plaza desde la cual pudimos ver la salida de las autoridades y los cardenales.

Cardenales, autoridades y carabinieris

Roma en general estaba llena de policias, voluntarios y servicios de seguridad, pero por la zona del Vaticano el despliegue era increible, ya que había filas de carabinieri cubriendo todas las calles.
Tras un rato por los alrededores marchamos hacia la Piazza Navona, había tal cantidad de gente que la acera no era suficiente (aceras de 4 metros) y teníamos que andar por la calle, vimos a miles de polacos, grupos muy numerosos que habían pasado la noche en el autobús, pero también familias que habían llegado desde Polonia en su coche particular, para estar ese día en Roma. Fue algo muy impresionante.
Como teníamos frio y queríamos llevar paraguas por si empezaba a llover, pensamos regresar a la casa, los servicios de autobuses estaban cortados. Así que nos toco andar desde Piazza Navona hasta el Coliseo. Un pateo considerable, unos 45 minutos andando a buen ritmo. Allí montamos por primera vez en un autobús eléctrico, la línea 117 que nos llevo a San Giovanni.
Tras comer en casa quedamos con el grupo en la Piazza Spagna,

Via Condotti

Les esperamos en las escaleras y ellos llegaron por la Via Condotti, que como puede verse, estaba absolutamente petada.
Justo cuando nos reencontramos con ellos empezó a llover. La lluvia en Roma no nos abandonaría hasta el final de nuestra estancia.

Piazza Spagna

Lamentablemente los edificios tras las escaleras de la Piazza Spagna están siendo restaurados y pierde algo de esplendor la zona.
Con todo el grupo unido y los paraguas a pleno rendimiento fuimos por la via del Corso (una de las calles con tiendas más selectas y caras) hacia la Piazza del Popolo, una plaza enorme y lugar al cual llegaban Laura y Fidel desde el camping todos los días. Subimos a un mirador que está a la entrada de una de las zonas verdes más grandes de Roma, Pincio. Desde allí la vista de la Piazza del Popolo era fenomenal, se veía al fondo la cúpula de San Pietro.

Mirador desde Pincio

Con ganas de aventura y dado que eran las 17h, seguimos la marcha atravesando el parque, entramos por la via del Lago a un pequeño, si es demasiado evidente, lago donde nos encontramos ocas, patos y hasta un cisne.
Seguimos caminando y tras unos 30 minutos se empezaron a escuchar frases tipo, "cuanto queda", "llegamos ya", pero a pesar del cansancio, y la lluvia en esos momentos eramos tremendamente felices. Bueno el parque parecía el Amazonas, no se terminaba nunca, pero por fin encontramos la salida. Había gente que quería volver a descansar, pero Rebeca nos comentó que cerca (unos 20 minutos andando) estaba el barrio de Coppedé, que no se suele visitar pero que tiene una arquitectura muy curiosa.
Dicho y hecho, tomamos la Via Belini, giramos en el Viale Liegi, nos topamos con la Embajada de Polonia en el recorrido, luego continuamos por el Viale Regina Margherita y giramos finalmente en la Via Tanaro.
El Quartiere Coppedé nos sorprendió, es un barrio de gente acomodada, al igual que la zona de Vila Borghese que rodea el parque de Pincio. Pero los edificios tienen un toque extraño, a mi me recordaba al estilo Gaudí. Es una zona que rompe con la estética del resto de la ciudad y merece la pena dar una vuelta por allí.

Grupo en Coppedé

La verdad es que fue un día muy completo, recorrimos prácticamente todo el mapa de Roma en un día, la Cittá del Vaticano está a la izquierda del mapa y el barrio de Coppedé en la esquina superior derecha. Andamos unos 15 kilómetros a lo largo del día, sin exagerar.
Regresamos a casa, dos autobuses mediante y ni recuerdo exactamente lo que cenamos, seguro que fue abundante. Me he agotado relatando el día.

Continuará ...

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